En una cultura cada vez más visual como la nuestra, la relevancia que tiene el vídeo en nuestro día a día es clave para una estrategia de content marketing. Sin embargo, es un tipo de contenido que, si bien puede otorgar grandes beneficios, también puede consumir buena parte de nuestros recursos si no se realiza correctamente. En este artículos os contamos los errores más comunes de una estrategia de vídeo marketing y cómo evitarlos.
Se estima que, dentro de los 10 primeros segundos de duración de un vídeo, se pierde al 20% de los usuarios, y en torno al tercio de usuarios dentro de los primeros 30. Por eso es muy importante captar la atención de tu audiencia desde el primer momento y aprovechar al máximo los recursos. Sin embargo, es muy fácil cometer ciertos errores cuando implantamos una estrategia de vídeo marketing.
Nuestro objetivo debe ser ir al grano e impactar y enganchar desde el primer frame del vídeo. Si el vídeo es muy largo, corremos el riesgo de ir perdiendo a nuestra audiencia progresivamente. Por ello, la duración ideal para una marca está entre los 60 y los 90 segundos. Además, ten en cuenta que, para publicarlos en redes sociales, deben ser breves. Por ejemplo, Instagram no permite hasta el momento vídeos con una duración mayor a 1 minuto.
No solo la duración cuenta; limita tu vídeo a un solo mensaje, claro y conciso. Queremos que la audiencia capte el mensaje y que ese mensaje repercuta en un valor añadido.
“Márcalo” con pequeñas piezas de tu identidad: tu logo, tu página web, enlaces a tus redes sociales y blog... El vídeo marketing debe ser parte de una estrategia mayor. ¿Por qué haces el vídeo? ¿Qué objetivos te has marcado con su realización? ¿Para quién (qué target) lo lanzas? Sin las respuestas a estas preguntas, el vídeo será prácticamente inútil.
Ten en mente que una buena estrategia de video marketing requiere tiempo, constancia, planificación y paciencia, y que no obtendrás resultados inmediatos. Sin embargo, a largo plazo es una herramienta muy eficaz para fidelizar a los clientes, ya que aporta un valor añadido incalculable que no aportan otros formatos.
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