Mariana Pérez

    Publicado por Mariana Pérez el 11 de julio de 2019

    Temática UX y Diseño Web

    Como propietarios de una página web, cada cierto tiempo debemos contemplar la opción de mejorar, actualizar o cambiar nuestra página web. Si no, corremos el riesgo de que quede obsoleta.

    Aunque un rediseño web siempre es un proyecto emocionante, debemos analizar y establecer qué aspectos de nuestra web queremos mejorar según nuestras necesidades y objetivos. A continuación, os exponemos algunos puntos que debemos tener en consideración a la hora de afrontar cambios en nuestra web y os damos algunos consejos para un buen rediseño web.

     

    rediseno-web

     

    ¿Rediseñar o reconstruir?

    Esta es la principal decisión que debemos tomar para afrontar nuestro proyecto. En ocasiones se confunden ambos términos y se da por hecho que significan lo mismo, pero cada uno tiene un significado distinto y conlleva procesos diferentes para nuestro desarrollo.

    Si estás satisfecho con las funcionalidades de tu web y su configuración actual satisface sus necesidades en un futuro próximo, lo que mejor te conviene es un rediseño de la web. La base de tu web actual es bastante sólida por lo que su configuración back-end seguirá siendo la misma y nos centraremos más en actualizaciones del front, que pueden ir desde pequeñas actualizaciones a la revisión completa del diseño y estructura de la web.

    Por otro lado, si tu web no te permite administrar eficientemente el contenido o es incompatible con ciertas funcionalidades que vas a necesitar, deberías considerar la reconstrucción completa de la web y comenzar un nuevo desarrollo desde cero.

     

    Define tus objetivos

    Parece sencillo, pero es muy importante definir nuestros objetivos para afrontar la actualización o rediseño de nuestra página web. Algunas organizaciones consideran que su imagen corporativa queda obsoleta después de unos años y por ello deciden refrescar la imagen de su página web. Pero para conseguir unos buenos resultados debemos hacer un análisis más profundo con el que poder maximizar el valor de nuestra web. Estos son los aspectos que debemos tener en cuenta:

    • Experiencia de usuario (UX): saber cómo afectarán los cambios a la experiencia del usuario en la página web es la base de cualquier rediseño. Los sitemaps y wireframes son las herramientas que nos ayudarán a definir los cambios de estructura que afectarán a la experiencia de usuario.
    • Funcionalidad: cómo queremos que nuestra web funcione. Es importante definir todas las funcionalidades que requiera nuestra web para que queden reflejadas en los nuevos conceptos de diseño qué queremos aplicar.
    • Objetivos de conversión: la mayoría de las páginas web engloban acciones específicas que queremos que el usuario realice en el site. Por ello es importante definir objetivos de conversión y tenerlos muy en cuenta para la definición de nuestra nueva web. Un diseño estratégico ayudará a que los usuarios alcancen los objetivos de conversión deseados.
    • Identidad de marca: nuestra página web representa nuestra marca, por eso es importante que el diseño vaya acorde con nuestra identidad corporativa. Es importante definir unas guidelines antes de rediseñar la nueva web y así establecer la forma de transmitir nuestra marca a los usuarios.
    • Contenido y tono: el rediseño de nuestra web es una buena oportunidad para revisar el contenido y tono con el que nos comunicamos. ¿Estamos teniendo una buena comunicación con nuestros usuarios? Es importante establecer un plan de contenidos que nos ayude a transmitir el mensaje que queremos hacer llegar a nuestros usuarios. Debemos tener muy en cuenta si el contenido actual de nuestra web es adecuado para nuestro nuevo proyecto o sí debemos buscar recursos nuevos que nos ayuden a la consecución de nuestros objetivos.
    • Apóyate en los datos de analítica de los que dispones: planear un nuevo desarrollo web es una buena oportunidad para que los datos de analítica nos ayuden a ver cuál es la mejor manera de planear nuestro desarrollo. Datos como qué páginas visitan más mis usuarios, qué les resulta menos interesante o de dónde obtengo las mayores conversiones nos ayudarán a tomar buenas decisiones en cuanto al diseño y contenido estructural de nuestra web.
    • El diseño. si hemos tenido presentes los anteriores puntos, trabajar el diseño nos resultará más sencillo. Por supuesto hay que tener en cuenta el look and feel que le queremos dar a nuestra web, que combinado con los anteriores elementos ayudará al equipo de diseño a conceptualizar la web que necesitamos.

     

    Si tienes en cuenta todos estos puntos a la hora de llevar a cabo tu rediseño web, estamos seguros de que tu web será un éxito una vez finalizada. Planear un desarrollo web es un proceso que necesita de análisis y estudio previo y poder conseguir así nuestros objetivos y a obtener resultados medibles.


     

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