Paola Braojos

    Publicado por Paola Braojos el 5 de julio de 2018

    Temática SEO

     La continua renovación de las técnicas SEO y los algoritmos de Google hacen que los expertos en marketing digital sigan investigando y formándose para mejorar el posicionamiento orgánico. Y lo hacen con razón, ya que conocen la importancia de mantener o escalar posiciones en un entorno tan dinámico.

    Normalmente centramos nuestra atención en qué debemos hacer para obtener mejores resultados, prestando demasiada atención a las buenas técnicas que nos hagan dar un salto diferencial. No obstante, pasamos por alto aspectos, normalmente ocultos, que lastran nuestros esfuerzos en mejorar nuestro SEO, por ello en este post queremos desvelarte 6 pequeños detalles que perjudican a tu SEO.

    Factores SEO influyen Ranking Google


    Comentarios spam

    Cada vez están más extendidas las prácticas desleales relacionadas con el Black Hat SEO, ya sean publicaciones de personas o robots, sean automatizados o semiautomatizados. Su función es generar un gran número de comentarios spam para generar tráfico a otros sites.

    Este tipo de comentarios no solo ensucian tus publicaciones, también afecta a tu posicionamiento orgánico en buscadores. Esto se debe a que generan relación con sitios no deseados, con palabras clave sospechosas asociadas al correo spam. Google no puntuará igual el sitio web debido a que tu marca estará siendo desacreditada.

    ¿Cómo puedo solucionar un incidente así?

    Ante comentarios de este tipo en blogs, se pueden usar filtros avanzados. Aunque no bloquearán todos los mensajes spam, encontrarán a la mayoría por su tipo de lenguaje.

    En cuanto a los comentarios en la propia web, debes ser tú quien decida lo que se publica y lo que no. Existen diversas alternativas como la aprobación de comentarios, desactivar los enlaces en los comentarios (aunque el texto permanezca) o hacer visible una política de comentarios. 


    Tiempos de carga mejorables

    La velocidad de carga es uno de los aspectos que más puntúa Google para establecer la clasificación de páginas. Concretamente, analiza el tiempo que transcurre hasta que el navegador obtiene el primer byte de información de su servidor.

    En primer lugar, debemos comprobar los tiempos de carga de la página en cuestión. Para ello existen herramientas como WebPageTest, que nos permiten visualizar, de forma desglosada, los tiempos de carga para el primer byte y los de carga total. De esta forma, pueden verse los elementos que lastran los tiempos de carga.

    En numerosas ocasiones, simples cambios se traducen en reducciones notorias de carga. Recuerda que lo ideal es que sea entre 2 y 3 segundos.

    ¿Cómo puedo hacer mi sitio más rápido?

    • Comprime tus imágenes: Optimiza las imágenes con Photoshop. En caso de no disponer de él, se pueden utilizar herramientas online como Optizilla, aunque con cuidado, ya que la calidad puede verse perjudicada.
    • Comprime tus scripts: Optimizar el código puede mejorar enormemente los tiempos de carga. Esto se traduce en eliminar espacios, comas y caracteres innecesarios. Google recomienda HTMLMinifier para optimizar el HTML, CSSO para el CSS y Closure Compiler para JavaScript.
    • Reduce redirecciones: Evita redirecciones innecesarias que no aportan utilidad al usuario. 

    Nueva llamada a la acción
    Enlaces rotos
     

    Los enlaces rotos representan una doble penalización. Por un lado el usuario no puede acceder al contenido que desea, y por otro el posicionamiento orgánico puede verse comprometido.

    ¿Cómo puedo evitar que ocurra esto en mi sitio web?

    Existen diferentes herramientas que permiten realizar auditorías sobre esta problemática. Si tu página es pequeña puedes utilizar recursos gratuitos como la extensión Check My Links en Chrome. Para sitios web más grandes son recomendables otras opciones más potentes como Ahrefs o ScreamingFrog, esta última es de pago pero también identifica errores 404.

    ¿Qué solución tiene este problema?

    Actualizar en lugar de eliminar. Puedes publicar las páginas en las mismas URLs en lugar de trasladarlas a unas nuevas.

    Otra opción es configurar redireccionamientos a nuevas páginas, sin embargo no es recomendable redireccionar innecesariamente, ya que pueden ralentizar la velocidad del sitio web, como hemos comentado antes.

     

    Relación SEO Experiencia de usuario

     

    No tener un sitio confiable

    En este punto se juntan dos cuestiones clave: los usuarios quieren navegar de forma segura y la tendencia de Google es premiar a las páginas que brindan esta experiencia. Por ello, cambiar a HTTPS no sólo generará confianza entre los usuarios, sino que además mejorará su clasificación orgánica en motores de búsqueda.

    ¿Cómo puedo hacer mi página más segura?

    Lo ideal es obtener un certificado SSL que autentifique el sitio web y el servidor, y que encripte datos de navegación como datos bancarios. Una vez está implantado, podrás proteger la información de sus usuarios. 


    Titles y metadescriptions pobres

    Los titles son uno de los elementos más importantes de cara al SEO de tu web. Tener títulos genéricos (inicio, nombre de la empresa, etc.) hace que nuestra página pierda fuelle en cuanto a posicionamiento orgánico.

    Para evitar que esto ocurra y, de paso impulsar nuestro SEO, se recomienda incluir palabras clave en los diferentes titles. El escenario ideal es incluir keywords precisas y poco genéricas. Una mala práctica habitual es caer en duplicaciones, pues podríamos estar compitiendo contra nuestras propias páginas, además de confundir a los usuarios.   


    Errores ortográficos

    Una ortografía incorrecta también puede relegar a tu página web a posiciones más bajas. Suelen ser errores inconscientes que pueden pasar desapercibidos para los usuarios, sin embargo Google los detecta. El grado de penalización dependerá de la importancia de aquella palabra, obviamente será mayor si la palabra mal escrita es una keyword.

    Este tipo de errores ortográficos pueden evitarse con herramientas como Grammarly, una extensión de Chrome que identifica faltas de ortografía conforme editas textos en tu página web.   

    En definitiva, en la mayoría de ocasiones prestamos mayor atención al SEO más técnico y abstracto, dejando de lado pequeños detalles que pueden penalizar tu página web sin que te des cuenta.

    Recuerda que es vital revisar estos aspectos cada cierto tiempo. Por ejemplo, puedes incluirlos dentro de tu próximo plan estratégico SEO para evitar que queden en el olvido.


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